Gestionar empresas marítimas y más específicamente pesqueras, obliga a desarrollar un conjunto de competencias rara vez encontradas en otras industrias. La mentalidad de "gente de mar" es un estado del alma que solo se devela a los iniciados. Practicidad, tolerancia al riesgo, agilidad en la toma de decisiones, sentido de urgencia, identificación de los cambios del entorno, comunicación clara y precisa, son solo algunas de las capacidades requeridas por quien, estando al timón en un buque, se sabe a merced de un océano para el que ningún barco es lo suficientemente grande. Cualquier semejanza con el mercado, es pura coincidencia.

Esta mentalidad, tan alineada a lo práctico, tiene la desventaja del exceso de foco (pérdida de perspectiva), así como cierto desdén por la institucionalidad y los detalles que marcan la excelencia. Es por eso que en Bravamar la complementamos con una robusta formación académica y experiencia en industrias tan diversas como: generación eléctrica, software, proyectos de ingeniería, construcción, editorial, gestión pública, gestión de recursos hidráulicos, confecciones textiles, entre muchas otras. Esto nos brinda una visión de outsider, trayendo soluciones novedosas a un sector tan tradicional y hermético.

Gracias a esta combinación de "locales y visitantes", cuando el cliente se comunica con nuestro equipo, por simple que sea su requerimiento, la solución que le brindamos tiene detrás una profunda comprensión de la industria a la vez que un pensamiento lateral y estándares multidisciplinarios inevitablemente superadores.